El nuevo espacio de trabajo de la clínica Atlas en el Burgo, con un total de 200m² en planta, se inspira en una noción de volúmenes y funciones interrelacionados. Se generan dos recipientes habitables uno más pesado en roble y vidrio acidado y otro más liviano con vidrio transparente que contienen la sala de espera, las cabinas de trabajo, aseo y taquillas. Ambos volúmenes confluyen al fondo en la sala de pilates. La continuidad del material porcelánico por los cerramientos exteriores y los pavimentos de las zonas comunes contrarresta con la calidez del suelo de madera de roble en cabinas y sala de pilates. Por último, todo el diseño queda conectado mediante el techo decorativo que alberga las instalaciones y la iluminación suspendida respondiendo a la necesidad de iluminar y aclimatar el local pero también se utiliza para adaptar la escala del local y hacerla más humana