La edificación principal, destinada a recepción y cafetería, resalta por la sencillez de su silueta, respetando al máximo el paisaje y la arquitectura propia del entorno. El interior se reviste en madera con tonos suaves, para lograr así una mayor incidencia de la luz natural a través de los grandes ventanales que ofrecen magníficas vistas del entorno. El volumen se encuentra cimentado sobre una sólida base de hormigón, que soporta la estructura de madera rematada por un techo a dos aguas, tan característico de las construcciones rurales de la zona.